Motivaciones y filosofías

shutterstock_120077446

“No debemos confundir la motivación interna con la motivación externa o incentivación (agentes externos que nos obstaculizan o nos alientan). Tampoco hemos de confundir la motivación con la ilusión. Si la motivación es un motor que me pone en marcha en una dirección determinada, la ilusión es un estado de ánimo que puede o no acompañar a la motivación. Yo puedo por ejemplo hacer algo porque sé que es correcto hacerlo y por tanto tengo un motivo de peso para hacerlo y, sin embargo, no sentir ilusión haciéndolo. (…)

El entorno político y económico puede llegar a bloquear la motivación de la persona, y las sociedades, cosificadas, desilusionadas, pueden mostrarse descontentas o avanzar hacia las revoluciones. Algunos sistemas ‘deshumanizadores’ fracasaron por su incapacidad para ilusionar y garantizar la felicidad de sus pueblos. Las filosofías materialistas nos arrancan una dimensión humana crucial: la espiritual. Sin ella es imposible sentirnos completos y satisfechos. No debemos olvidar que no son sino las personas las que crean los sistemas y que la voluntad de poder inherente al ser humano puede contribuir a que esos sistemas sean perversos” (Dr. MARIO ALONSO PUIG, La respuesta).

Deixa un comentari